tiemblan mis manos, tiemblan mis piernas
se nubla mi vista, los pasos pierden su firmeza.
La náusea, compañera fiel en la angustia. Siempre persistente.
Tengo numerosas astillas clavadas en el estómago
cada una es la imagen del remordimiento y pena
perforan estos frágiles tejidos, nada ocurre, solo... incertidumbre.
No dejes que me consuma de esta forma.
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